Guasch Trade and Industrial Corporation

75 Tren 3

75º ANIVERSARIO DE LA CONEXIÓN FERROVIARIA INTERNACIONAL POR LA CERDANYA

Circulación de un tren especial de autoridades, encabezadas por el ministro de Defensa del Gobierno, José Bono, entre Vic (Barcelona) y Ripoll (Girona).

Como brillante colofón a los actos conmemorativos del 75 aniversario de la Conexión Ferroviaria Internacional por la Cerdanya, la Comisión Organizadora quiso concluir la efeméride con un espectacular tren conmemorativo formado por material histórico. De ello se encargó directamente Carlos Guasch, en calidad de director ejecutivo de la conmemoración, en permanente colaboración con ADIF, RENFE y la Jefatura del Gabinete del ministro José Bono, por parte del Ministerio de Defensa.

El convoy histórico llamado a protagonizar tan señalado viaje se encontraba formado por la célebre locomotora de vapor San Fernando, un furgón de apoyo y el propio coche-salón ministerial. Finalizado el acto institucional que había tenido lugar en el exterior de la estación de Vic, la comitiva oficial, encabezada por José Bono, se dirigió a los andenes, subiendo a bordo del coche-salón poco antes de la partida del tren. Después de abandonar la estación de la capital de Osona, el espectacular convoy empezó a recorrer el trayecto previsto y a atravesar los bellos paisajes que caracterizan el recorrido.

Tras animada charla en el interior del coche-salón con los diferentes miembros de la alta representación institucional que lo acompañaba, el ministro descendió del coche salón en Manlleu, donde pudo saludar a la Corporación Municipal y a un numeroso grupo de niños que se habían desplazado hasta allí. Tras las despedidas, el convoy reanudó su marcha. Lo mismo ocurría en la estación de la localidad de Sant Quirze de Besora. A los mandos de la locomotora figuraba, como en otras ocasiones, el jefe de maquinistas Jordi Valero, designado expresamente para la ocasión por Carlos Guasch. Al paso del convoy se observaban multitud de curiosos dispuestos a inmortalizar con sus cámaras el paso de la composición.

En un momento dado, el ministro, en presencia del teniente general Francisco Boyero, inspector general del Ejército, fue obsequiado por Francisco Javier Navarro, coronel jefe del Regimiento de Ferrocarriles N.º 13, con una reproducción en miniatura de la locomotora que remolcaba el convoy. Durante el resto del trayecto, José Bono, siempre acompañado por Ricardo Oliver, presidente del Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, entidad impulsora de la conmemoración, siguió departiendo con diversos miembros de la comitiva oficial. Entre sus componentes se hallaban numerosos diputados parlamentarios de diferente adscripción, titulares de diversas administraciones y delegados de varias entidades de la sociedad civil.

Poco a poco, y siempre siguiendo el curso del río Ter, el tren, en el que, como no podía ser de otro modo, viajaban los representantes de RENFE y de ADIF , fue acercándose a la capital del Ripollès, donde era esperando con una enorme expectación. Tras hacer lentamente su entrada en la estación, José Bono descendió del coche-salón y, tras él, el resto de miembros de la comitiva oficial que le acompañaba.

La representación local estaba encabezada por la alcaldesa Teresa Jordà, a quien acompañaban el resto de autoridades allí desplazadas. Entre ellos, Francesc Francisco-Busquets, delegado del Gobierno de España en Girona, así como Pia Bosch, delegada del Govern de la Generalitat de Catalunya en dicha provincia. Se hallaba también presente, como autoridad moral de la defensa histórica de la línea, Joan Vilalta, presidente de la Associació Transpirinenca. El ministro era acompañado en todo momento por Francisco Boyero, teniente general inspector del Ejército.

Todo los miembros que componían la comitiva fueron recibidos entre expresiones de júbilo por la inmensa concurrencia que se había dado cita en la estación. Concurrencia formada por personas procedentes no sólo de los pueblos y comarcas limítrofes sino incluso del Sur de Francia y de Andorra. Ello motivó que el abrirse paso hasta el edifico de la estación, donde estaba dispuesta la tribuna oficial desde la que debía tener lugar el acto programado a continuación se adivinara realmente dificultosa.

A pesar de tales dificultades, poco a poco y entre numerosas muestras de afecto a las que el ministro de Defensa respondía continuamente, cuantos debían intervenir en el acto institucional programado a continuación lograron abrirse paso hacia el escenario dispuesto a tal efecto. El numeroso público pasó también en ese momento a congregarse frente a la tribuna presidencial, mientras el ministro se despedía del personal de conducción del tren especial que tan felizmente había traído a la comitiva hasta la capital del Ripollès.