Guasch Trade and Industrial Corporation

TF Vuelta

RESTITUCIÓN DE LA TRACCIÓN A VAPOR EN EL «TREN DE LA FRESA»

Vuelta de la tracción a vapor al «Tren de la Fresa» mediante el empleo de la locomotora Guadix.

El planteamiento hecho desde la Gerencia de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y ejecutado desde la Dirección del Museo del Ferrocarril de Madrid por lo que hacía al «Tren de la Fresa» incluía, por su alcance, a otras instituciones. Entre ellas, a la Comunidad Autónoma de Madrid, al Ayuntamiento de Aranjuez y a Patrimonio Nacional. Partes, todas, del proyecto, que venían reclamando desde tiempo atrás el cese de la anomalía que representaba que aquel célebre producto turístico-cultural de larga trayectoria no contara con la emblemática tracción de una locomotora de vapor.

Ahora, gracias a la iniciativa puesta en marcha y los denodados esfuerzos puestos en juego, tan sólo tres meses después del acuerdo con el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, el Museo del Ferrocarril tenía a su plena disposición una locomotora de vapor en perfecto estado de funcionamiento para ponerla en cabeza de los convoyes del «Tren de la Fresa». Cabía, no obstante, poder hacer frente a los elevados costes que toda aquella ambiciosa operación suponía. Tanto los derivados de las propias actuaciones afrontadas por los talleres como los consustanciales al inicio de la nueva etapa caracterizada por el renovado tipo de tracción (personal especializado de todo tipo, combustible, gastos diversos, etc.).

A este respecto, cuando Guasch asumió la responsabilidad de poner a disposición del Museo una locomotora de vapor a este fin, había asumido también la de reunir los fondos económicos necesarios para la puesta en marcha de toda la operación en su conjunto. Para ello recurrió a sus múltiples relaciones en el ámbito empresarial, logrando el inmediato compromiso económico de una serie de empresas que, con su apoyo a la ambiciosa operación público-privada, hicieron posible su inmediata materialización y permitieron plantear la segunda parte de la campaña del año 2010 con una locomotora de vapor al frente de los convoyes.

Para celebrar el alcance de los objetivos fijados, la circulación inaugural contó con la presencia de muchos de quienes lo habían hecho posible de una u otra forma. Encabezaban la representación Jaime Barreiro, gerente de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, y Miguel Muñoz, director del propio Museo del ferrocarril de Madrid. Acudieron también a la cita los representantes de Patrimonio Nacional, la Comunidad Autónoma de Madrid, el Ayuntamiento de Aranjuez, ENDESA, REPSOL, Azucarera Ebro, SINTRA, etc. Allí estaban también, en representación del Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, como miembro de su Consejo Presidencial, Jaime Castillo, marqués de Montroig, junto a su esposa.

Así pues, y tras muchos años en que había sido desterrada la tracción a vapor, la Guadix pasaba a encabezar los convoyes. No obstante, quedaba por afrontar un reto añadido al que quedaba hacer frente. Se trataba de la improcedente costumbre observada desde años atrás que la locomotora diésel de apoyo fuera acoplada por cola a la propia composición del «Tren de la Fresa». Por unánime decisión de Guasch y de Miguel Muñoz, director del Museo, se decidió poner fin a tan improcedente planteamiento, pasando dicha locomotora diésel de auxilio (en este caso, la 321-080) a circular a la distancia de bloqueo.

Ordenada la segregación de dicha locomotora auxiliar, ya nada desvirtuaba la calidad que un producto turístico-cultural de este nivel debía tener. Por otra parte, el que se decidiera poner fin a semejante anomalía cultural dejó la composición, como en tantos otros casos de los países de nuestro entorno, en exclusivas manos de la locomotora de vapor, la cual tuvo que emplearse a fondo (sobre todo en algunas notables rampas del recorrido) y poner de manifiesto el perfecto estado de funcionamiento en que se encontraba.

Uno tras otro, y durante los fines de semana programados, el «Tren de la Fresa» realizó puntualmente su servicio haciendo las delicias de cuantos viajaban a bordo de él o veían pasar sus humeantes composiciones. Si muchos habían dado por acabada la tracción a vapor al frente de este servicio, no sólo había vuelto ésta, sino que lo había hecho en su máxima dimensión. Esto es, remolcando la locomotora el convoy en solitario y sin doble tracción auxiliar por cola. Como es lógico, el numero de viajeros y de entusiastas de este tipo de tracción apostados a lo largo del itinerario se multiplicó exponencialmente.

Concluida la campaña del «Tren de la Fresa» de 2010, cabía dar cumplimiento a los compromisos asumidos con el Ayuntamiento de Guadix y trasladar la locomotora a la ciudad granadina. Para ello se celebró un encuentro oficial en la misma, al que asistió también el director del Museo del Ferrocarril de Madrid, en representación de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, Miguel Muñoz. En su transcurso fue suscrito un nuevo contrato entre Santiago Pérez, alcalde de Guadix, y Carlos Guasch, responsable de la iniciativa. Una rueda de prensa ante los medios y el encendido público de la máquina en la capital accitana completaron la jornada.

La firma de los nuevos acuerdos suscritos entre Carlos Guasch y el Ayuntamiento de Guadix, en el marco del respaldo del Museo del Ferrocarril de Madrid, vino a poner fin a los temores de muchos, que veían nuevamente extinguida la tracción a vapor en el «Tren de la Fresa», una vez devuelta la Guadix a la ciudad que le daba nombre. Conocedores los diferentes implicados de los nuevos acuerdos suscritos, la noticia de que la admirada locomotora seguiría encabezando las composiciones del «Tren de la Fresa» tranquilizó todos los ánimos.

Con la locomotora ya en la capital y en perfecta disposición de volver a hacerse cargo de las composiciones del «Tren de la Fresa», culminaron nuevas conversaciones entre el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles de cara al servicio a prestar a partir del año 2011. A continuación, por tanto, fue suscrito en el madrileño Palacio de Fernán Núñez, sede de la Fundación, un nuevo contrato de prestación de servicios que vendría a regular el futuro del particular los años siguientes.

A tal objeto se reformó y fortaleció el equipo humano que debía seguirse haciendo cargo de la explotación, a nivel del manejo y del mantenimiento de la locomotora. A frente del mismo siguió el experimentado Gregorio Sánchez Subiela, así como gran parte del personal del año anterior. La experiencia y la dedicación puestos al servicio de su cometido por parte de todos y cada uno de los integrantes de dicho equipo permitieron introducir poco a poco diversas mejoras en la operativa de la locomotora e ir optimizando su rendimiento.

Durante la campaña del año 2011 tampoco hubo incidencia alguna digna de ser reseñada. Los convoyes circularon con exactitud y puntualidad, procurando inmensa satisfacción y alegría, tanto a cuantos viajaban a bordo de los mismos como a quienes veían pasar desde el exterior la bella e inconfundible silueta de un tren remolcado por una locomotora de vapor. Junto a nuestro personal, fue de destacar en todo momento de estas campañas la presencia y la actuación de los maquinistas, Luis de Mingo, Jesús Fdez. Ventura y José Luis Parrilla.

Durante el año siguiente, 2012, la prestación del servicio se hizo también en idénticos términos a los existentes hasta entonces. El desarrollo de la campaña, pues, sin la más mínima incidencia y resultando todo a la habitual satisfacción de las partes, tuvo lugar a imagen y semejanza de los años anteriores. Desgraciadamente, a principios de 2013, y tras determinados relevos al frente de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, nos fue comunicada por sus nuevos responsables la decisión de no renovar el contrato para aquel año y de dejar de remolcar con tracción a vapor las composiciones del «Tren de la Fresa». Desgraciadamente, con ello se ponía fin a una esplendorosa etapa de tres años.

*** Con la decisión adoptada en 2013 de suprimir definitivamente la tracción a vapor se entraría en una imparable dinámica regresiva a este respecto que se prolongaría hasta el día de hoy y que supondría la notable devaluación pública del valor e interés de este producto turístico-cultural.